Reflexión a propósito de la condecoración otorgada por el Colegio de Profesores del Perú – Región Piura

ESCRIBE: Ricardo Musse Carrasco, Pedagogo verbal (*)

Mi innata vocación literaria precedió al llamado pedagógico. La poesía me asaltó cuando era un adolescente -y eso era inevitable- despojado de metafísicas vestiduras; pues, solo me cabía ataviarme por una muy concreta desnudez existencial que me impedía remontar la contundente y objetiva piel del mundo. 

Mi innata vocación literaria precedió al llamado pedagógico. La poesía me asaltó cuando era un adolescente -y eso era inevitable- despojado de metafísicas vestiduras; pues, solo me cabía ataviarme por una muy concreta desnudez existencial que me impedía remontar la contundente y objetiva piel del mundo. 

En tales trances me encontraba cuando, con la irrupción imprevisible de las palabras que solo la poesía puede perennizar en el alma, se me reveló, misteriosamente, que las metáforas se engendran para desmaterializar al mundo; es decir, siendo posible vislumbrar realidades líricas que prolonguen infinitamente nuestros latidos terrenales.

La poesía produjo esa recóndita transfiguración en mi cotidianidad y, desde entonces, se me aposentó la infrecuente inclinación por dotarle a todo lo existente de una pátina estética, principiando a poblarse de bellos tapices, porque eso es el arte: la alegoría que se vislumbra, exclusivamente, con la mirada del espíritu.

Por eso, cuando franqueé las puertas humanizadoras de la pedagogía, hace 33 años, la belleza presidió mis asedios académicos: me esmeraba en hallar en un matraz de Erlenmeyer la pulida forma de un caligrama, en las incesantes reacciones bioquímicas las rítmicas cadencias de una interminable estrofa, en los diagramas vectoriales los distintos sentidos que adquieren los versos cuando su orientación es la perennidad lírica y en la anatomía de la vida la perfecta respiración metafísica de la poesía.     

Entonces entendí que el innato llamado pedagógico me impulsaba a poetizar mis enseñanzas. Y eso fue -y sigue siendo- el propósito de mis palabras pedagógicas: intuirles a los estudiantes que la belleza reposa -oculta, pero presta a presenciarse en sus vidas- cuando inmaterializamos este mundo con la mirada metafórica de la Poesía.

Sullana, sábado 09 de diciembre de 2023.

POSDATA.- Mi agradecimiento perpetuo a los miembros del Consejo Directivo del Colegio de Profesores del Perú-Región Piura, Decano Regional César Augusto Rivera Córdova; Vicedecano Regional César Agustín Benites Laureano; Directora de Secretaría Regional Dexi Saavedra Córdova; Directora Regional de Asuntos Académicos y Profesionales Felicia Luz Chunga Mena; Director Regional de Asuntos Administrativos y Jurídicos José Antonio Inga Antón; Directora Regional de Economía y Finanzas  Danitza del Pilar Bardales Patiño; Directora Regional de Previsión y Bienestar Social Blanca del Pilar Castillo Rojas; Director Regional de Coordinación Regional Erasmo Naira Campos y Director Regional de Prensa, Eventos y Publicaciones Juver David Torres Alverca.

(*) Ricardo Santiago Musse Carrasco es Licenciado en Pedagogía y Derecho, Magíster en Psicología Educativa, escritor, poeta y periodista cultural. Es columnista del diario «Tribuna» (Sullana) y Río_Hablador (Lima). Ha publicado los siguientes poemarios: “Sirodima” (1990), “Cinematografía de una adolescencia” (2006), “El espíritu giratorio del viento” (2006), “Eternidad” (2008), “Apostasías” (2009), “El viento de las heridas” (2011), “Música” (2011), “Lumbres primordiales” (2012), “Homo” (2012), “La voz insular” (2012) y “Lagrimas” (2013) y los ensayos “Poética piurana de las postrimerías: sus pulsiones seculares y sus rasgos divergentes” (2009) y «El porqué de los hipocorísticos Paco» al alimón con la profesora Diana Consuelo García Aguilar (2021)

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